Todo ser humano debe ocuparse con gran compasión de la carne de su cuerpo a fin de que pueda compartirla con todas las dimensiones de la iluminación y de las visiones de las cuales es capaz el alma, porque también el cuerpo tiene capacidad para percibirlas. No impidas que tus ojos tengan piedad de tu carne, la cual es la carne de tu cuerpo. Es mucha la compasión que debes tener para con tu cuerpo. Cerciórate de purificarlo para que puedas tomar conciencia de toda la iluminación y de todas las visiones que el alma percibe.
-Rabí Nachmon de Breslav, siglo XVIII,
en Likuttei Ha'MaHaRaN 22,5-7
No hay comentarios:
Publicar un comentario