La antigua oración matinal de los judíos Elo'hi nos recuerda que cada mañana despertamos con el espíritu renovado y que no debemos comenzar el nuevo día arrastrando bajo los pies el papel higiénico del ayer:
Mi Fuente de Poder,
el aliento que me has dado
Es pura.
Tú la creaste,
Tú la formaste,
Tú me la infundiste
Y la cuidas en el interior de mi ser
y un día me la quitarás
y la restablecerás en mí cuando llegue el momento;
en cada instante en que el aliento vive en mí,
reconozco ante ti mi gratitud,
mi Fuente de poder
y el Poder de mis ancestros,
Maestro de todas las Creaciones,
Depositario de todas las Almas.
Eres fuente de Bienaventuranza,
Tú que restableces el aliento donde no hay vida.
-Talmud babilonio, B'rachot 60b
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